Este post está dedicado al Visual Merchandising (1ª parte). En NY todos los escaparates son alucinantes y más en Navidad. Luces, color, fantasía, sueño... todo lo que podáis imaginar y más. Cada firma tiene su propio estilo. Unas más elegantes, otras explotando el lado más consumista. Pero ninguna te deja indiferente. Esa es la clave: impactar al viandante.
He fotografiado algunos escapartes que me han sorpendido. Me encanta el de Cartier, que consigue hacer de la propia tienda un regalo. Otra joyería, Tiffany, recrea en sus escaparates escenas de un tiovivo. Una única joya aparece en cada escenario. La joya como protagonista única. Sublime.
En la fachada de Sacks, junto a Rockefeller Center, una proyección de imágenes en movimiento con juegos de luces y animación musical. (Lo siento, no pude grabar toda la proyección.) Otros grandes almacenes, Barneys, este año rinden homenaje a Lady Gaga. Cada uno de sus escaparates dedicados a les escéntrica diva.
Hoy me despido con Louis Vuitton en cuya vitrina podemos disfrutar de dos elegantes acróbatas.
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